Actualmente, muchas personas necesitan presentar algún tipo de contenido públicamente y no saben cómo hacerlo. Pues bien, hoy voy a hablar de ello gracias a Sonia, una lectora del blog, que me lo ha propuesto a través de un email.
Lo primero que debes tener en cuenta es de qué vas a hablar y con qué objetivos. Aunque te parezca básico, primero ten claro todo lo que quieres hacer para comunicarlo con la máxima efectividad. Aún hay gente que tiene muchos datos, en papeles y papeles, pero no se para a reflexionar cómo va a exponerlos. ¿Qué quieres conseguir con todos estos datos? ¿Cómo vas a presentarlos y qué vas a decir? Después de responder a éstas cuestiones, vamos a preparar una buena presentación para que al final te lleves los aplausos del público 😉
Estructura tu intervención en el tiempo y el lugar, mira de no sobrepasarte nunca de los minutos que tengas. Siempre es bueno que te sobren algunos, para resolver dudas. Después de saludar al público, haz una breve explicación para situarlo. Si la presentación va a ser larga, debes explicar a la audiencia cómo vas a estructurarla. A continuación, haz un planteamiento para captar la atención, durante el primer minuto debes crear la expectación del oyente para que se motive en escucharte. Por ejemplo, puedes plantear preguntas retóricas, usar citas, anécdotas o estadísticas para introducir el tema. Lo que plantees en el inicio deberás resolverlo durante la intervención.
“El público lo perdona todo, menos el aburrimiento”. René Lavand.
Selecciona las ideas básicas que quieras comunicar, céntrate en las que clarifiquen el tema y prescinde de las que no aporten nada relevante para tus conclusiones. Plantea la narración como un cuento o una historia con la estructura clásica que ya conoces: planteamiento (crea la duda), desarrollo (cómo resolverla) y final (solución). Te recomiendo que durante la presentación te apoyes de un documento visual como el Powerpoint para facilitar la comprensión y la atención de quien te escuche. Prepara una escaleta-guión en dos columnas con toda la información, a un lado escribe lo que explicarás oralmente, y en el otro haz un resumen de lo más destacado que expliques para poner en la diapositiva. En el guión, no te olvides de destacar las argumentaciones con las que vas a defender las ideas clave, es importante que lo lances tanto en tus explicaciones como en el soporte visual. Por eso, a continuación te detallo algunos consejos para que elabores tu Powerpoint.
– Utiliza frases sencillas, cortas, palabras clave que resuman lo que explicas.
– No sobrecargues cada diapositiva con mucho contenido. Lo ideal es un mensaje por ‘hoja’.
– Utiliza imágenes que definan cada concepto para que el público los comprendan mejor.
– En el fondo de la diapositiva puedes jugar con fotos para reforzar el significado de las frases.
– Resalta las palabras relevantes en negrita o color.
– Utiliza tamaños de letra lo suficientemente grandes para que se puedan leer desde lejos.
– No pongas animaciones o imágenes que distraigan mucho la atención.
– No escribas en mayúsculas, ni lo intentes 😉
– Si puedes, evita las plantillas prediseñadas. Crea un diseño sencillo y más personal.
El Powerpoint debe acompañarte en ritmo, tiempo y mensaje. Es un soporte para que el público comprenda mejor tu presentación, por eso nunca lo leas directamente ya que faltará la argumentación de tu explicación oral. Durante el desarrollo del tema, también puedes ayudarte con ejemplos, datos o comparaciones que faciliten aún más el entendimiento. Recuerda que somos humanos y si la ocasión lo requiere, te aconsejo que plantees alguna situación divertida para sacar una sonrisa entre las personas que siguen tu presentación. Lo agradecerán y se mantendrán atentos. También puedes crear algún tipo de interacción a través de preguntas retóricas a lo largo de la intervención, para que reflexionen sobre lo que les estás contando.
“Termina a tiempo y con una nota clara y resonante.” Robert R. H. Anholt.
En la parte final, destaca todas las ideas principales en una diapositiva. El último minuto es tan o más importante que el conjunto de la presentación, así que piensa cómo vas a terminar. El público presta más atención en el inicio y cuando ve que llega el fin, entonces absorben mejor los mensajes que les lances. Se conciso en las conclusiones, te recomiendo que elijas una o dos frases clave para cerrar el tema. La imagen proyectada debe ser aún más sencilla con la frase o concepto de la conclusión. Fíjate de resolver bien todo el planteamiento que hayas hecho durante la intervención, no dejes cabos sueltos ni grandes dudas. Cierra con gancho y sin titubeos para que el mensaje no sea difuminado. Como colofón final, puedes utilizar una última diapositiva para venderte con tu nombre, Twitter y la información personal que quieras promocionar.
Espero que con éste artículo te haya ayudado un poquito más. Ya sabes que, como Sonia, te puedes poner en contacto conmigo si tienes cualquier duda 🙂