Queda un año para las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Será el 6 de noviembre de 2012 cuando se sabrá si el actual presidente, Barack Obama, será reelegido en el cargo. La carrera hacia la Casa Blanca empezó a principios de abril con el anuncio oficial de la candidatura de Obama y desde entonces el Partido Demócrata lleva algunos kilómetros de ventaja respecto su principal competidor. En estos meses los demócratas estan recolectando el suficiente dinero para costear la campaña. Si en el 2008 consiguieron llegar a la cifra récord de 700 millones de dólares con la aportación principalmente de pequeños donantes, ahora el objetivo está en los 1000 millones. Juega a su favor que las grandes empresas ya pueden dar una aportación generosa gracias a que han estado legalmente autorizadas. Aún así, la campaña de Obama vuelve a centrar su atención en la comunicación directa promovida por las redes humanas; entre amigos y vecinos, manzana a manzana, persona a persona.
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Mientras Barack Obama ya está buscando aliados para su campaña, los Republicanos aún no tienen claro su candidato para las presidenciales. Pero no todo es tan perfecto para el actual Presidente de los Estados Unidos, en las últimas encuestas ha perdido popularidad y tendrá un duro trabajo para convencer a los que le votaron hace cuatro años que sigue siendo el candidato de los grandes y mejores cambios para el páis. Durante este último año de mandato no espera muchas victorias ya que el control republicano de la Cámara de Representanes hace muy difícil la labor legislativa. El mensaje tendrá que centrarse en el poco tiempo que ha tenido y el tiempo que le falta para llegar a terminar su trabajo al frente de la Casa Blanca. Habrá que encontrar temas como la nueva ley de inmigración para justificar su segundo mandato. Además, con todo esto, la administración de Obama tiene que enfrentarse a la difícil situación económica por la que pasa occidente.
En el bando republicano las cosas podrían pintar mejor de lo que están. Después de ganar el control del Congreso todo hacía prever que se lo pondrían difícil a Obama, como han hecho, y les daría aire de cara a las elecciones del 2012. La realidad es que la situación interna con las candidaturas a las primarias del partido lo ha ofuscado todo, entre los nombres que suenan aún no hay uno que tenga la suficiente fuerza para enfrentarse al presidente norteamericano. Parece que a fecha de hoy el liderzago podría estar entre Mitt Romney y Herman Cain. Si el Partido Republicano no consigue minimizar los debates ideológicos internos de los candidatos y no muestra una imagen de unidad lo tendrá muy difícil para conseguir llegar al Despacho Oval. Mientras unos aún están atados a las cadenas, los otros hace meses que han empezado a volar.