Casa Tarradellas es una de las compañías de alimentación líderes en España. Desde su creación en el 1976 hasta ahora, ha ido creciendo y aumentando las ventas gracias a la I+D y, como no, su comunicación. La estrategia de su posicionamiento está basada en los valores de la empresa:
– Tradición: la empresa sigue la filosofía familiar de los Tarradellas, desde antes que se convirtiera en el imperio actual.
– Artesanía: la elaboración de los productos sigue el patrón artesanal.
– Origen: todos los productos son autóctonos y elaborados por Casa Tarradellas.
– Calidad: cuidan la calidad de los ingredientes para obtener un buen producto.
De ahí surgen todas las campañas de publicidad que han situado Casa Tarradellas como una compañía de productos naturales con calidad. La esencia de la marca radica en facilitar la vida de las personas que tienen poco tiempo en cocinar, ofreciéndoles productos naturales y artesanales como los de siempre. La famosa masia catalana, característica en el logotipo, sustenta muy bien la esencia y los valores de Casa Tarradellas. Toda la comunicación se desarrolla alrededor de la masia.
Las campañas publicitarias de los últimos años han añadido el aspecto emocional para conectar mejor con el público. Así, en el 2011 lanzaron un espot que funcionó extraordinariamente bien con el claim ‘Como en casa, en ningún sitio’, dónde se encontraban las diferentes generaciones de una familia en el campo, sus orígenes. Ese anuncio supuso un relanzamiento de la marca con el público. Consiguió mucha viralidad en les redes sociales y, lo que es más importante, transmitió la esencia.
Un año después, vino la campaña ‘La cosecha del trigo’ en que Casa Tarradellas dejó lo emocional para volver a lo racional. Con la ayuda de una periodista reconocida, la compañía explicó que también elaboran su propia harina para hacer las pizzas. Una tarde se atrevieron a emitir un espot en directo para todas las televisiones españolas y enseñar cómo las máquinas cosechaban la materia prima con la que se elaboran los productos Tarradellas. Además, esa campaña tuvo un capítulo final con otro espot que narraba el resultado de la cosecha con las pizzas listas para comer.
En los anuncios de éste año han buscado un tono más divertido para vender el espetec y las pizzas. A través de dos situaciones cotidianas que muchas personas habrán vivido, Casa Tarradellas intenta conectar con el público manteniendo la masia, el ambiente familiar y el claim. En todo éste tiempo han conseguido posicionar aún mejor la marca y los productos con espots sencillos, claros y con un mensaje positivo. Eso invirtiendo mayoritariamente en el medio más eficaz para llegar a todo el público pero, también, más costoso: la televisión.
Un factor importante que ha situado Casa Tarradellas como líder en su categoría es la innovación y el desarrollo de nuevos productos. En 1997 fue la primera empresa en fabricar pizzas frescas, eso revolucionó el concepto de compra de los consumidores porque ya no sólo debían ir a la sección de congelados a buscarlas, sino que podían encontrarlas en la zona de refrigerados. También se avanzó en ofrecer el jamón cocido en lonchas y el mixto precocinado. Y lo fundamental es que supo comunicarlo y posicionarse en la mente de los clientes.
Las primeras marcas apuestan por inventar y sacar productos novedosos para distanciarse del resto y mantenerse como líderes. Y por el mismo motivo se diferencian de las marcas blancas. Pero el caso de Casa Tarradellas es interesante porqué juega en los dos bandos. Desde hace un tiempo, bajo la marca blanca Hacendado, es interproveedor de los supermercados Mercadona con productos similares. Fabrica pizzas frescas, patés, bases para amasar y productos exclusivos, como la focaccia y el rosco de jamón. En los packagins, dónde aparecen las características de los productos, encontraréis el logotipo de Casa Tarradellas como responsable de la elaboración. No tienen ningún reparo en mostrarse con la marca.
Los productos de Hacendado no llegan a ser los mismos que los originales de Casa Tarradellas. No tienen la obligación de cumplir todos los valores ni la filosofía de la empresa, aunque también sean de calidad. Fíjense bien como la fabricación es diferente, y como resultado su bajo precio. En cambio, las pizzas de Casa Tarradellas se dirigen a un público de poder adquisitivo medio y medio-alto. Pero lo interesante de todo esto es la relación empresarial entre las dos compañías. Mercadona es la responsable de buena parte del crecimiento que ha registrado Casa Tarradellas en los últimos años; a la vez, el grupo familiar ha tenido que invertir muchos millones en construir nuevas plantas para atender la demanda. Gracias a que Casa Tarradellas tiene un método de producción vertical, controlando todo el proceso, puede permitirse el lujo de defender e impulsar su propia marca, con la que lidera el mercado de las pizzas frescas en España, y producir de forma exclusiva para Mercadona.